Con este plato he querido recuperar los platos realizados de forma tradicional, platos que en sus orígenes eran utilitarios y no decorativos, como por ejemplo para comer, siendo curvo desde la base hasta el borde. Su color se debe a que está pintado con óxido de hierro, sobre el que después se ha dibujado el Santuario del Saliente, rayándose posteriormente con un punzón. Antes de la cocción se le han hecho unos agujeros por los que se le ha ido enhebrando después una cuerda vieja a modo decorativo. Dándole un toque original, rústico y antiguo a la pieza.
Mas información sobre del Santuario del Saliente:
Este suntuoso templo se construyo en el último tercio del siglo XVII sobre una antigua ermita para albergar la imagen de la Virgen del Saliente. Según Uclés y Sintas, esta ermita se encuentra en el mismo sitio en que hoy se halla la hospedería.
Las grandes dimensiones del Santuario de Nuestra Señora del Saliente han hecho que la tradición popular le atribuya “tantas puertas y ventanas como días tiene el año.
El actual edificio alberga tres funciones, ermita, palacio episcopal y hospedería. Fue mandado construir por el Obispo Claudio Sanz y Torres, a partir del año 1769 como conjunto conventual. Su núcleo esta formado por un rectángulo de 46 metros de largo por 54 metros de ancho, con un superficie total de 2.404 metros cuadrados, donde se insertan la ermita, el claustro porticado y el sector de servicios.
El Santuario de Nuestra Señora del Saliente tiene planta de cruz latina con cabecera de triple ábside y altar mayor coronado con una gran cúpula sobre perchas. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1992.
